DEPORTIVAS:
Surf:
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A lo largo del borde costero se encuentran diversos tipos de olas para la práctica de deportes acuáticos como surf, bodyboard, stand up paddle, windsurf, kite surf. A las míticas olas El Gringo y El Buey, donde se disputan torneos de clase mundial, se suman olas para principiantes en las playas Chinchorro y Las Machas.
Trekking:
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Excelentes senderos para trekking en la Quebrada de Livilcar y mountainbike en los valles de LLuta y Azapa, en los que se pueden visitar interesantes sitios arqueológicos.
Imperdible es el paseo a pie o en bicicleta a La Liserilla partiendo en la playa Corazones y pasando por las Cuevas de Anzota, visitando vestigios del periodo de explotación del guano. (Se recupera energía con las increíbles empanadas de mariscos del Ostión Dorado).
Escalada:
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En el sector cuevas de Anzota existen impresionante paredones para la práctica de escalada y rappel.
Parapente:
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Vuelo en parapente en el sector de La Lisera con increíbles vistas al Morro de Arica y a la ex isla El Alacrán con sus fuertes coloniales. Para volar “térmicas” está el sector de Poconchile, en el Km 45 del valle de Lluta; se despega desde la cuesta de El Águila para aterrizar en las cercanías del cementerio donde, se cuenta, están enterrados los primeros españoles que llegaron a esta tierra. En el sector es visita obligada la iglesia más antigua del corregimiento de Arica, construida en 1605. Para almorzar, un pastel de choclo lluteño en el restaurant Puro Chile, es imperdible; y sus quesos de cabra y vaca, una delicia. Además se pueden contratar vuelos en tándem y parabike.
Observación de aves:
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Se pueden observar aves en el borde costero, desde el humedal (en la desembocadura del río Lluta), que alberga aves migratorias y otras que bajan del altiplano, hasta las cuevas de Anzota, con presencia de aves guaneras. Al interior, en el valle de Azapa se puede visitar el santuario del picaflor de Arica, especie endémica.
El roquerío frente al hotel Apacheta es un paradero permanente de aves marinas tales como: gaviota garuma, gaviota de Franklin, gaviotín elegante, gaviota peruana, gaviota dominicana, pelicano, pato yeco, garza azul, garza chica, huairavo, playero de Baird, playero grande, zarapito, pilipilén negro, pilipilén común, piquero, guanay.
CULTURALES:
Arqueología:
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La región de Arica y Parinacota es una de las capitales arqueológicas mundiales. En ella se encuentran vestigios que datan de 10.000 años, con las momias más antiguas del mundo de la cultura Chinchorro.
Imperdibles:
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El museo arqueológico San Miguel de Azapa y el museo in situ Colón 10, de la Universidad de Tarapacá.
Los geoglifos del cerro Sagrado en Azapa; los petroglifos de Ofragía en Codpa, entre muchos otros de la zona, son impresionantes expresiones artísticas y sagradas de los pueblos originarios.
En el tambo de Zapahuira y el pukará de Copaquilla, camino al lago Chungará, es posible conocer las técnicas de construcción y de defensa de los habitantes prehispánicos. Y seguir el Camino del Inca, Qhapaq Ñan que en quechua significa camino principal, durante un tramo que pasa por los poblados de Putre, Socoroma y Zapahuira; que conecta con toda la macrorregión andina.
Lugares patrimoniales:
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Es posible hacer un recorrido guiado por los principales edificios patrimoniales del centro de la ciudad que visita la Catedral de San Marcos, de estilo neogótico y construida en los talleres del mismísimo Gustave Eiffel, la Estación de trenes de Arica a La Paz, el antiguo edificio de la Aduana, hoy transformado en museo, y termina en la cima del Morro de Arica con su fuerte histórico, el Cristo de la Paz y su imperdible vista panorámica de la ciudad. Para recuperar fuerzas, las salteñas del Caupolicán en calle San Marcos, cuyo dueño boliviano murió hace un par de años, pero sus descendientes mantienen inalterable la tradición.
También los mercados como el Terminal Agropecuario en la salida sur de la ciudad, con su multiplicidad de productos agrícolas de los valles de Azapa, Lluta y Codpa, y frutas y productos para descubrir, tan exóticos como mangos, tumbos, maracuyás, aceituna de Azapa y orégano de Putre. Una explosión de colores, olores y sabores, que es posible degustar en sus cocinerías donde cocinan los más típicos platos andinos como el fricasé y la Kalapurca, que lleva una piedra caliente dentro del plato y tiene fama de “sanativa”.
El mercado Máximo Lira, al lado de la estación del tren Arica-Tacna, donde se venden productos peruanos y bolivianos exclusivos: desde artesanías hasta pócimas naturales con fama de milagrosas como el viagra andino y la uña de gato, hasta chocolate peruano y alfajores de Arequipa.
Absolutamente recomendables los ceviches y mariscales en el Terminal Pesquero, justo en la entrada del puerto. Un poquito más allá, la “Picá del Chino”, el bastión guachaca en Arica, con cuequeros y folcloristas, una reconocida zona “telúrica” por sus terremotos y réplicas con acento ariqueño, y algunos platos innombrables como el “picante de gallina gay” y la “sopa de zorrita caliente”. Y el Mercado Colón, cuna de la “copa Martínez” - brebaje hecho sobre la base de mariscos, huevos crudos y alguna malicia-, con fama de “levanta muertos”.